Cielo oscuro, cielo claro, y alos grandes ríos que rompen en yermos, van a dar las flores rotas que dejan sus giros, y esas arestas de sombras que cierra el desierto,

donde canta el musicón y triunfan las palmeras. Las olas del viento y el sol que sopla fuerte en los techos del agua su habitacional soledad.

  • Antonio Machado