Un bosque canta
entre sí,
y la brisa es savia.
Las voces se juntan
y, entre sus ramas,
cantan.

El muro de pájaros
y la estela de la luz.
Los ríos murmuran
del borde de las sombras
a su anhelo.

Así va el deseo:
la esencia de ser,
como el aire claro
que sabe abrazar.

  • Jorge Guillén