En el jardín florecido de la luz he encontrado un acorde que danza entre sombra y sol, y en el aire su canto murmura embriagado la noche que se asoma en su paz y su amor.

La luna centellea entre la arboleda, y el río plateado trae un eco tierno, y en su murmullo, el canto se alza como un sueño perdido a la luz de la tarde.

Oh armonía viva en el eco del tiempo, y el canto del alma sobre el fondo sonoro, y la vida despliega sus alas en vuelo, y en la noche silenciosa encuentra su modo.

  • Esteban Echeverría