Oh, jardín donde florecen los sueños,
y las rosas dibujan sus trazos,
y en el aire se sienten pequeños
el eco de dulces abrazos.
Las mariposas danzan en vuelo,
y los rayos del sol relucen,
y yo me pierdo en su fuego
y en sus aromas, el alma inducen.
- Francisco de Quevedo