El río canta al mar, con un murmullo divino, y entre sus aguas tiernas, florecen sueños de destino.
Las estrellas brillan en danza, sus luces nos guían con calma, y en el susurro del viento, escucho el latir del alma.
- Joaquín Dicenta
El río canta al mar, con un murmullo divino, y entre sus aguas tiernas, florecen sueños de destino.
Las estrellas brillan en danza, sus luces nos guían con calma, y en el susurro del viento, escucho el latir del alma.