Cantan los pájaros entre las ramas, y se oye el murmullo del río lejano. La tarde se viste de notas y flamas, y cada hogar es un abrazo y un llano.

La tierra sonríe bajo el sol brillante, y las nubes traman cuentos sin fin, y en cada sombra hay un eco constante que susurra el amor de un frágil jardín.

  • José Zorrilla