La tarde se viste de oro y fuego, y entre sombras la vida se asoma, las flores despiertan en colores, es la danza del sol despidiéndose.

Cielo y tierra se encuentran en este instante, y el susurro del viento trae recuerdos, es un poema eterno que se repite, es un eco de la historia.

Cada hoja que cae es un adiós, y cada rayo de sol, un abrazo, es la naturaleza en su esplendor, es el ciclo de la vida, sin fin.

  • José de Espronceda