Las montañas.
Las montañas se alzan tan fuertes como gigantes, y sus picos abrazan al cielo, como un niño busca en la noche
la mirada de su madre. Bajo su sombra, el río canta baladas antiguas, y en su húmedo aliento, los sueños acarician mi alma.
Frente a esta grandeza y su eco tan vibrante, ingresa mi corazón, que solo quiere ser parte.
- Rosalía de Castro