Las estrellas titilan en el cielo dorado, y el silencio de la noche abraza el suelo. Los sueños flotan en un aire puro, y se entrelazan en el murmullo del lago.
Las olas susurran secretos del viento, y los árboles danzan como viejos sabios, y los ecos del tiempo se cuelan en el aire, arrullando el espíritu en un dulce himno.
Resuenan los latidos del mundo, y en cada paso se siente el amor, y la tierra respira en un eco sincero, las flores se abren como almas desnudas, y los paisajes florecen en su esplendor.
Ven, acércate y siente la calma, y juntos soñemos en la paz de este instante, las estrellas nos abrazan con su luz, y seremos uno con el todo, eternamente.
- Tomás de Iriarte